Nuestra Historia
“Hacer memoria de nuestras raíces, recuperando la biografía de un hombre o una mujer, es una forma de descubrir la presencia de Dios en la historia… Los hombres y mujeres son las palabras con las que Dios cuenta su historia”.
El Colegio La Asunción hunde sus raíces en la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús.
Elmina Paz de Gallo, mujer de profunda religiosidad y solidaridad, que pertenecía a la élite tucumana, contrajo matrimonio con el santiagueño Napoleón Gallo. Luego de la pérdida de su pequeña hija, María de Jesús, se trasladan a vivir en Tucumán en donde enviuda después de 29 años de feliz matrimonio. A los seis meses de este momento tan significativo en su vida personal, Elmina, se compromete con toda su persona, con la situación de las víctimas por la epidemia de Cólera que abatió a Tucumán en 1886. Respondió al pedido de ayuda realizado por el fraile dominico Ángel Boisdron con estas palabras: “No sólo con mi dinero, sino con mi vida toda. Yo los cuidaré, mi casa será la de ellos”. De este modo abrió su propia casa para acoger a los huérfanos de la epidemia y con su gesto cuidó de sus vidas y de todas las dimensiones de sus personas.
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Madre Elmina Paz Gallo con el Primer grupo de Huérfanos-Tucumán
Elmina, intensificó su inquietud espiritual y decidió asumir la vida religiosa, fundando la Congregación de Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús, que asumió el carisma dominicano, para optar por un nuevo modelo apostólico y asistencial que combinaba la oración con el compromiso transformador de la sociedad.
Elmina Paz Gallo y Fr Ángel María Boisdron Fundadores de las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús
En 1897 la orientación de la Congregación comenzaba a perfilarse hacia la educación. Las religiosas presentaban a la Escuela como “templo del saber”. Y al decir de Fray Ángel María Boisdron “la religión sin la ciencia se pierde en el vacío infinito de la nada y la ciencia sin la religión llega pronto a la triste y engañadora conclusión del materialismo, la nada también. Más uniéndose y dándose la mano producen los movimientos y las obras del progreso“. La primera fundación realizada fuera de la Provincia de Tucumán, fue el actual Colegio La Asunción en la Provincia de Santiago del Estero, así es que en 1898 se evaluó la solicitud de la asociación San Vicente de Paul de esta ciudad para la formación de una nueva filial. El obispo Pablo Padilla y Bárcena aprobó la iniciativa y la Congregación envió a un grupo de hermanas quienes se hicieron cargo del orfanato, el que adoptó una organización semejante a la del Asilo del Santísimo Nombre de Jesús, de San Miguel de Tucumán.
Con el fortalecimiento de la Congregación y la obtención en 1898 de la personería jurídica que respaldaba su accionar civil, se fueron perfilando sus objetivos principales: “el ejercicio de la caridad y de la enseñanza”.
En el año 1951, se constituye en Institución educativa de gestión privada con los niveles inicial y primario, y en el año 1988 se crea el nivel secundario. La propuestas institucional está en concordancia con el sentido fundacional que se caracteriza por la comprensión del ser humano en su integralidad, entendiendo que nuestra propuesta educativa pastoral es una propuesta de sentido para la vida.
Del mismo modo que Elmina pudo responder a los desafíos de la realidad, en el Colegio La Asunción nos dejamos interpelar por las necesidades del tiempo presente, para construir un proyecto pedagógico pastoral que atienda la diversidad y la heterogeneidad social, desde una cultura basada en el principio de equidad y de igualdad. Ofrecemos una educación integral, desde la educación en la interioridad y solidaridad. Nuestro currículum, a la luz de los valores del Evangelio construye conocimiento a partir del diálogo entre: Fe - Vida - Cultura y Ciencia para gestar un modo de ser plenamente humano y de relacionarnos, desde el compromiso mutuo y la fraternidad universal. Trabajamos desde el desarrollo de capacidades, con proyectos integrados e interdisciplinares, en agrupamientos, espacios y tiempos flexibles que hagan posible un proyecto de vida para gestar un mundo más solidario y fraterno.
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