Nuestros símbolos

El escudo dominicano enmarca el Logo del Colegio La
Asunción ya que su propuesta educativa pastoral es expresión de la vivencia del carisma
dominicano. A lo largo de 800 años la Orden de Predicadores ha expresado en
diferentes formatos la síntesis de su identidad y misión. El negro absorbe
todos los colores, como así también la luz y el calor, es expresión de la
contemplación, como camino de apertura al Misterio de Dios que se manifiesta a
toda la humanidad. Lo propio del blanco
es reflejar, proyectar, trasmitir, iluminar, en el carisma dominicano
exterioriza la misión de Predicar a partir de lo contemplado y de lo estudiado.

En el centro del escudo las iniciales de nuestro Colegio explicitan nuestra identidad y nuestra devoción mariana, desde un diseño actual pero cargado de simbolismos.
Ambas letras conforman un triángulo, símbolo de la Trinidad. Al encontrarse con su vértice hacia arriba connota la montaña, como lugar de encuentro con Dios. Jesús solía retirarse a la montaña para orar y sus palabras y gestos más significativos los realizó en las montañas. Asumimos el símbolo porque reconocemos la centralidad de Jesús en nuestra experiencia de fe y el deseo de seguirlo en un camino de educación en la interioridad y la solidaridad.
Entre ambas letras el lugar no se cierra, porque comprendemos nuestra educación en una dinámica de apertura y encuentro, con espacios, tiempos y agrupamientos flexibles que potencien las capacidades y la autonomía e interrelación entre los estudiantes entre sí y con la realidad que nos circunda.
Por su parte, tanto el rojo como el amarillo con sus variantes tonales, son colores cálidos y avanzantes, que corresponden a procesos de asimilación, actividad e intensidad. Los asumimos en continuidad con los colores de nuestro uniforme y en el deseo de ser una escuela siempre activa, con intensas experiencias de aprendizaje y asimilación de nuevas realidades y oportunidades.

La letra L en color rojo – bordeaux marca el dinamismo de la compasión en su doble movimiento, el amor que recibimos de Dios y el amor que entregamos a los demás.

La letra A se encuentra abierta y en color maíz, por la energía de la comunidad que es capaz de irradiar y nutrir la vida.